martes, 3 de septiembre de 2019

Inauguración de "El Sueño de Toledo" (Puy du Fou España)

El 19 de febrero de este mismo año, Puy du Fou ponía a la venta las entradas para su nuevo proyecto en España y yo formé parte de ese grupo de ilusionados que esperamos impacientemente a que se abriera la reserva para ser de los primeros 4.000 visitantes que vieran "El Sueño de Toledo".

Y así fue. El pasado 30 de agosto pudimos ser parte de un día histórico, el nacimiento de Puy du Fou España. La tarde comenzaba recorriendo la autovía de Toledo desde Madrid y acompañándonos unos cuantos chaparrones por el camino, lo que nos hacía temer que pudiera deslucirse la inauguración. 
A las puertas de la finca, nos esperaba un dispositivo de Policía que se ampliaba al interior para garantizar la seguridad, en un día en el que se había anunciado la presencia de algunos representantes políticos. 

El parking ya nos dejaba entrever que estábamos ante el embrión de un parque que se ha tenido que gestar en un tiempo récord y, como consecuencia, hay partes en las que no han podido trabajar lo suficiente. Pero a pesar de estar sin terminar, el terreno que abarca el aparcamiento es muy grande, en previsión de las necesidades que pueda haber de cara a la apertura del parque de día en 2021.





Se dispuso de un photocall en el parking para realizar las fotos protocolarias


Lo siguiente que nos encontramos fue un pequeño edificio con baños y las primeras señales que nos indicaban el camino hacia "El Sueño de Toledo" y el Arrabal.




El Arrabal es la zona de restauración y taquillas pero antes de llegar se debe pasar por unos arcos de seguridad y no es necesario tener entrada, el acceso es gratuito. Allí lo primero que te encontrarás será un edificio pequeño donde está "información" y otro más grande para la venta directa de entradas.




Y tras ellos se abre la zona de restauración que permanece abierta durante las dos horas anteriores y las dos horas posteriores al espectáculo. El Arrabal se ha diseñado para simular un mercado medieval, con seis puntos gastronómicos ambientados cada uno en un tipo de mercader distinto, que Puy du Fou describe así:

- La Tasca del Capataz: En el taller de los albañiles, rodeado de sus herramientas, podrás probar las raciones de migas, las tortillas con hogaza de pan y sus exquisitas carcamusas.



- El Descanso del Tintorero: Entre telas tendidas y vasijas se celebra la fiesta del color. No te marches sin disfrutar de sus pinchos de morcilla y ciervo o sus pulgas de ternera y costilla.



- El Horno del Herrero: Las brasas del horno del herrero sirven en la noche para cocinar exquisitas tortillas de chorizo y carcamusas toledanas.




- La Taberna del Mudéjar: Sigue los olores exóticos de las viandas venidas del lejano Oriente y no pierdas la oportunidad de probar su Salmorejo de Al-Ándalus y sus tablas de queso.





- El Hogar de Juan el Gigante: En el centro del Arrabal, alrededor de una enorme parrilla de leña, disfruta de enormes hamburguesas, magníficas brochetas o las famosas croquetas de Juan el Gigante.



- La Posada de Covadonga: Desde hace años la vieja Covadonga prepara sus variedades de cerveza artesanal, nacidas del interior de las tierras castellanas.


La gastronomía del Arrabal se aleja de lo que solemos ver en otro tipos de parques donde abunda más el fast food u otras opciones menos saludables, aquí encontramos sabores más tradicionales aunque se echa en falta más variedad, siendo en cualquier caso una buena opción de tapeo antes de entrar a disfrutar del espectáculo.

En toda la zona han añadido muchos detalles temáticos que ayudan a irte introduciendo en ese ambiente medieval del que nace "El Sueño de Toledo", siendo un pequeño adelanto del minucioso trabajo que harán los equipos de diseño durante la construcción del parque de cara al 2021.


Como curiosidad, en el Arrabal nos encontramos con un pequeño apartado donde se ha colocado una virgen, bautizada como Nuestra Señora del Arrabal y que, muy posiblemente, nos adelante que se vaya a construir una pequeña capilla que forme parte del parque.


En líneas generales, el Arrabal no ha terminado siendo lo que esperábamos, quizás precipitados por el poco tiempo con el que han contado para construir todo, decidieran poner mayor esfuerzo y medios en la construcción del auditorio y escenarios de "El Sueño de Toledo", algo lógico teniendo en cuenta que es el verdadero protagonista. 

La zona se queda pequeña para los centenares de personas que pueden reunirse allí antes o después del espectáculo, además de no terminar de parecerse a los artworks que nos habían mostrado, donde se veía que las calles contaban con un empedrado, que nos evocaba a una calle de un pueblo medieval donde cada elemento llevaba a crear un área con un aspecto más armónico y unificado. Por otra parte, esperábamos encontrarnos en el Arrabal con la tienda del parque integrada y tematizada y que representara un comercio medieval regentado por artesanos.

Artwork previo a la construcción



Plano del Arrabal

En cualquier caso, lo verdaderamente importante estaba tras el portón que nos encontramos al final del Arrabal: "El Sueño de Toledo". Aquí es el momento de sacar tu entrada y recorrer un camino entre dos montañas de arena que te impiden ver el escenario del espectáculo, hasta que confluye en un amplio espacio donde los decorados te dan la bienvenida en una imagen espectacular.



A los pies de la trasera del auditorio, nos encontramos con unos baños, algún puesto de bebidas y una pequeña tienda en la que echamos en falta ver algunos recuerdos muy habituales en parques como  serían llaveros, pines, imanes o alguna camiseta.


Puesto de bebidas

Tienda de recuerdos




Pero ya había llegado el momento, nos adentramos en el auditorio a través de unas escaleras que al coronarlas, te ofrecen una panorámica de todo el escenario y donde consigues ser realmente consciente de su magnitud, de su detalle y de que ahí converge toda la ilusión y trabajo de centenares de personas. 


El atardecer fue dando paso a la noche, la amenaza de lluvia se deshizo, las luces del Arrabal se apagaron, las gradas estaban llenas y se oían a los actores lanzar sus gritos de guerra tras los decorados y de algún modo conectamos con ellos, deseando que todo saliera bien y que sus nervios y los nuestros se convirtieran en 70 minutos de ensueño.


Y tras más de dos años de espera desde el anuncio del proyecto, por fin, se encendían ante nosotros las primeras luces de "El Sueño de Toledo". Un espectáculo que nos hace viajar a través de 1.500 años de historia de España, con casi 2.000 personajes que son interpretados por 165 actores. Un despliegue de medios sin precedentes a nivel nacional, donde se alternan los efectos, las escenas de especialistas y los bailes para formar una sinfonía marcada por el tempo de las voces de los narradores: el aguador y la lavandera.

Los responsables de Puy du Fou ya avisaron en la presentación de que ellos no dan clases de historia, sino que se dedican a crear espectáculos con los que tocar los corazones y siempre respetando el punto de vista histórico español. Y así es, han tratado los episodios más sombríos con delicadeza y siempre dando un mensaje conciliador, desde un Colón que emerge de las aguas contando más lo que supuso aquí que lo que se hizo allí, pasando por una Revolución francesa que tiene más de revolución que de francesa, hasta llegar a la Guerra Civil que es representada con una alegoría llena de sensibilidad y que no se podía haber hecho de una manera más correcta, tratándose de la pesadilla más reciente de nuestra historia donde aún quedan ascuas que queman y que no se deben avivar.

Los fuegos artificiales encienden el cielo y marcan el final del viaje a través del tiempo y, como no puede ser de otra manera, el público en pie mientras los 165 actores se sitúan en la orilla, ya sin nervios y recibiendo los aplausos tan merecidos. Terminaban así 70 minutos que parecieron muchos menos de tanto de lo que hay que ver, escuchar y sentir, porque si algo se hace corto, es que es bueno.


Y tocó la hora de los discursos con Philippe de Villiers, el fundador de Puy du Fou, al frente y donde se escenificó la unión de España con Puy du Fou refiriéndose a ella como un matrimonio y cuyo regalo de bodas es "El Sueño de Toledo". Y si hay que hablar en esos términos, ojalá que el amor no se nos acabe nunca.


No voy a negar que antes del estreno tenía cierta inquietud por la respuesta que podría tener el público español ante este proyecto, si entendería el proceso que se va a llevar a cabo y si aceptaría un parque de este tipo, con total ausencia de montañas rusas y sin nada que ver al resto de parques del país. Pero tras ver el espectáculo supe que algo de esa envergadura y con el respeto que han mostrado por nuestra historia, tendría una acogida positiva y así ha sido. Se han agotado las 60.000 entradas que se sacaron en primera instancia a la venta, se han ampliado el número de pases y se siguen agotando. Éxito rotundo. 


El 30 de agosto, "El Sueño de Toledo" se convirtió en un sueño realizado y en la primera piedra para construir uno mucho mayor. Sólo me queda desearle a Puy du Fou la mayor de las suertes y agradecer que hayan creído en nuestro país como tierra fértil en la que tocar los corazones.




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